domingo, 10 de mayo de 2009

LA IMPORTANCIA DE VIVIR EN EL PRESENTE


LA IMPORTANCIA DE VIVIR

EN EL MOMENTO PRESENTE

Una de las maneras de combatir la inmovilización por más pequeña que sea es aprendiendo a vivir en el momento presente. Vivir el momento presente ponerte en contacto con tu ahora constituye el meollo de una vida positiva. Si lo piensas te darás cuenta que en realidad no existe otro momento que puedas vivir. El ahora es todo lo que hay, y el futuro es simplemente otro momento presente para ser vivido cuando llegue. Una cosa es segura; que no puedes vivirlo hasta que aparezca realmente. El problema reside en el hecho de que vivimos en una cultura que quita importancia al presente, al ahora. ¡Ahorre para el futuro! ¡Piense en las consecuencias! ¡No sea hedonista! ¡Piense en el mañana! ¡Prepárese para su jubilación!

Evitar el momento presente es casi una enfermedad en nuestra cultura, y continuamente se nos condiciona a sacrificar el presente por el futuro. Si llevamos esta actitud a sus conclusiones lógicas, nos daremos cuenta de que se trata no sólo de evitar el goce ahora sino de evadirse para siempre de la felicidad. Cuando llegue el futuro éste se convierte en presente y debemos usarlo para preparar el futuro. La felicidad es algo que sucede en el mañana o sea algo elusivo, falaz.

La enfermedad de evitar el momento presente adquiere muchas formas. He aquí cuatro ejemplos típicos de comportamiento evasivo.

La señora Verónica X decide irse al bosque a respirar aire puro, gozar de la naturaleza y ponerse en contacto con sus momentos presentes. Mientras pasea por el bosque deja divagar su mente y la enfoca en todas las cosas que debería estar haciendo en su casa. Los niños, la compra, la casa, las cuentas que debería pagar, ¿estará todo bien? Luego, en otros momentos, su mente se proyecta hacia todas las cosas que tendrá que hacer cuando salga del bosque. Se perdió el presente, ocupado por sucesos pasados y futuros, y la encantadora y rara ocasión de disfrutar de un momento presente en contacto con la naturaleza se ha perdido para siempre.

La señora Sofía X se va a las islas para disfrutar de unas vacaciones, y se pasa todo el tiempo bronceándose al sol no por el placer de sentir los rayos de sol sobre su cuerpo, sino que anticipándose a lo que dirán sus amigos cuando vuelva a casa con un precioso bronceado. Su mente está concentrada en el futuro, y cuando el momento futuro llegue, ella sentirá no poder estar de vuelta en la playa tomando el sol. Si tu crees que la sociedad no fomenta este tipo de actitudes, piensa en el anuncio comercial de un producto bronceador: “te odiarán más cuando vuelvas a casa si usas este producto”

El señor X tiene un problema de impotencia. Cuando está experimentando el momento presente con su esposa, su mente empieza a divagar y a pensar en suceso pasados o futuros y el presente se le desvanece. Cuando finalmente logra concentrarse en el momento presente se imagina que está haciendo el amor con otra persona mientras ella igualmente piensa en su amante.

El señor XX está leyendo un libro y haciendo lo imposible por concentrarse en lo que está leyendo. De pronto se da cuenta de que su mente ha partido en una excursión mental. Su mente no ha absorbido ni una sola idea. Estaba evitando el material escrito en esas páginas aunque sus ojos enfocaban cuidadosamente cada palabra. Literalmente estaba participando en un ritual de la lectura, mientras ocupaba su momento presente en pensamientos que se referían a la película que había visto la noche anterior o al examen del día siguiente.

Puedes disfrutar maravillosamente del momento presente, ese tiempo huidizo que siempre está contigo, si ten entregas completamente a él, si te pierdes en él. Absorbe todo lo que brinda el momento presente y desconéctate del pasado que ya no existe y del futuro que llegará a su tiempo. Aférrate al momento presente como si fuera el único que tienes. Y piensa que recordar, desear, esperar, lamentar y arrepentirse son las tácticas más usuales y más peligrosas para evadir el presente.

A menudo la evasión del presente conduce a una idealización del futuro. En el futuro, en algún momento maravilloso del futuro cambiará la vida, todo se ordenará y encontrarás la felicidad. Cuando llegue ese momento tan importante y suceda lo que esperas – tu graduación del colegio o Universidad, el matrimonio, un niño, un ascenso – entonces empezará la vida en serio. Y lo más probable es que cuando llegue ese momento y ocurra el suceso esperado tendrás una gran desilusión. Nunca podrá ser lo que esperabas. Trata de recordar tu primera experiencia sexual. Después de una espera tan larga, los orgasmos no tenían carácter de jubileo ni la violencia de un ataque epiléptico sino más bien un preguntarse entre divertido y extraño por qué la gente hacía tanta alharaca respecto al sexo y quizás también una sensación de ¿Es esto realmente todo?

Claro que cuando algo que te sucede no está a la altura de tus expectativas, puedes librarte de la depresión que ello te produce empezando a idealizar de nuevo. No dejes que este circulo vicioso se convierta en un estilo de vida para ti. Interrúmpelo ya, ahora mismo estratégicamente con algo que te llene, y te haga sentirte realizado en el momento presente.

Vive todo lo que puedas; no hacerlo es una equivocación.

No importa mucho lo que hagas siempre que tengas tu vida.

Si no has tenido eso, ¿qué has tenido?

El momento apropiado es cualquier momento que uno aún tiene... ¡Vive!

Si miras hacia atrás lo que ha sido tu vida, descubrirás que es muy raro que te lamentes o arrepientas por algo que has hecho. Es lo que no has hecho lo que te atormentará. O sea, que el mensaje está muy claro. ¡Hazlo! ¡Haz cosas! Valora el momento presente. Aférrate a cada momento de tu vida y saboréalo.

Dale importancia, valoriza tus momentos presentes. Piensa que si los desperdicias con actitudes autofrustrantes, lo habrás perdido para siempre.

La gente que sabe coger al vuelo ese momento presente y sacar de él todo el provecho posible, “maximizarlo”, es la gente que ha escogido vivir una vida libre, eficiente, efectiva y plena. Y ésa es una elección que todos y cada uno de nosotros podemos hacer.

DOMINGO CALABRO

PSICOLOGO INDUSTRIAL ORG.

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